Una palabra, rayuela, una palabra que te transporta a otro
momento, a otro lugar, que te inicia a una nueva aventura, un camino al que descubrir
sus recovecos. “La rayuela se juega
con una piedrita que hay que empujar con la punta del zapato”. Cap. 36.
Una palabra, solo una, así, seca, rotunda, sin carta de presentación,
sin artículo, en minúscula, sin más valor que el de su humilde
origen trazado en tiza sobre una acera.
El centro, buscar el centro... |