martes, 26 de abril de 2011

Los Millares ( y III )

 Yacimiento Arqueológico de Los Millares. Santa fe de Mondújar. Almería.

1.- Cultura Material

El sílex sigue siendo el soporte básico para útiles y armas. Desaparecen los microlitos y hay abundantes flechas de tipología variada, y dientes de hoz. En piedra pulimentada son comunes hachas y azuelas. También colgantes y cuentas de collar.

Siguiendo la descripción del ajuar funerario descrito para la tumba 15 de los Millares, estaba constituido por: Cuatro betilos de piedra, un hacha de cobre [nota 1], varios cuencos cerámicos y algunas vasijas decoradas con distintos motivos: ojos, soles, animales, etc. Entre las que destacan un vaso de varios pies o polípodo y un cuenco.

1.1 Los Betilos: cilíndricos y de caliza muy blanca. En una de sus caras aparece una decoración de ojos circulares, rodeados por incisiones (ídolos oculados). Los mejores ejemplares se encuentran en Morón ( Sevilla ) y Moncarapacho ( Algarve, Portugal ).

                                  








Betilo: Piedra enhiesta de carácter simbólico ritual. Posible antecedente de la estela conmemorativa.
[ Diccionario de Prehistoria ]

1.2 La cerámica, sobre todo con origen funerario, aparece con motivos incisos geométricos y naturalista, que repiten motivos, destacando entre ellos los ojos soliformes: es la cerámica simbólica de ídolos oculados de la Cultura de Los Millares (unidad didáctica, p. 86; Barandiarán, p. 242).


En las tumbas, además son frecuentes:

1.3 los ídolos-placas, construidos sobre pizarra, con decoraciones incisas, formando  temas geométricos, y tendencia antropomorfa.


Dos perforaciones en la parte superior le permitían ser colgado
1.4 El vaso campaniforme. [nota 2]

Es tan poderosa la influencia de este recipiente,  que a  los historiadores sirve para  diferenciar dos etapas dentro del III milenio a.C. siendo la frontera el año 2250 a.C., periodo que coincide con el declive de los Millares.

Vaso campaniforme

En el Calcolítico Reciente, la aparición del vaso campaniforme marca la decadencia del poblado, cuyos círculos de murallas exteriores se abandonan. El poblamiento se reduce a la ciudadela central. También los fortines son abandonados.



2.- Resumen General del III Milenio.

En el Calcolítico hubo un desarrollo demográfico, acompañado por una mayor variedad y riqueza de los medios de subsistencia, todo lo cual condujo a una especialización funcional de la población, cuyo mejor resultado material son las manufacturas. Estas sociedades continúan viviendo en poblados, pero estos tienen ciertas diferencias respecto a los neolíticos, como la construcción de fortificaciones muy potentes que protegen todo el asentamiento o una parte de él. Esto es indicio de una acumulación de riqueza, propiciada por la diversificación e incremento de las actividades productivas. Esta riqueza sería acaparada por ciertas elites, las cuales administran un conjunto social de complejidad creciente.
Es decir, la mayor complejidad de esta etapa parece confirmada por algunos aspectos tales como las diferencias de materiales arqueológicos en algunos ajuares funerarios; la fortificación de una parte de los poblados y las diferencias entre estos de tamaño y función; los cambios en la ubicación de los lugares de asentamiento y las nuevas tecnologías agrícolas y ganaderas.
Se produce en esta etapa un aumento de la producción y el nacimiento de una sociedad con jefaturas cada vez más organizadas. Hay, por tanto, un proceso muy profundo de jerarquización social, que se refleja principalmente en las necrópolis: riqueza de su ajuar, monumentalidad de sus construcciones funerarias, y ubicación de éstas en lugares preferentes de la necrópolis.


NOTAS:

[1] El inicio de la metalurgia del cobre. De la Sierra de Gádor y de los Filabres se obtenía el cobre, que en los Millares se fundía. Crisoles, escoria y hornos de fundición, así lo atestiguan. También en las torres de vigilancia se realizaban labores de fundición.

[2] vaso campaniforme. Bajo esta denominación se define una serie de conjuntos cerámicos consistente en recipientes de formas, técnicas y decoración variadas, aunque con una tendencia general a la forma acampanada, esto es: bases globulares, bocas troncocónicas y a veces un ligero estrechamiento del cuello. Sobre su origen, expansión e interpretación ha habido desde los años 50 teorías diversas, lo que sí es evidente es que aparece en contextos diferentes en toda la Europa calcolítica: desde Bohemia y Moravia hasta el Atlántico y desde el norte de Europa al Mediterráneo. No hay aún hoy, un acuerdo sobre aspectos cronológicos y culturales. El vaso campaniforme se extiende por todas las zonas de cultura calcolítica de Europa occidental y central. (unidad didáctica, p. 100 y ss.).


BIBLIOGRAFÍA:

- Diccionario de Prehistoria. M. Menéndez, A. Jimeno y V. M. Fernández. Editorial Alianza. Madrid, 2007

- Prehistoria de la Península Ibérica. I. Barandiarán, B. Martí, Á. del Rincón, J. L. Maya. Editorial Ariel. Barcelona 2002

- Prehistoria y Protohistoria de la Península Ibérica. VV. AA. UNED. Madrid 2007 ( Tomo II )

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