sábado, 30 de abril de 2011

Moarves, Palencia. La iglesia de San Juan Bautista. S. XII


La iglesia de San Juan Bautista. S. XII
La iglesia de San Juan Bautista ( Datación: siglo XII. Monumento Histórico-Artístico desde 1931 ) fue construida con sillería arenisca de tonalidad rojiza y dispone de una puerta con cinco arquivoltas de medio punto que descansan sobre una rica colección de capiteles historiados. Por encima, el friso ofrece la figura del Pantocrátor, protegido del Tetramorfos y escoltado por la comunidad apostólica. 



A cada lado de la portada hay una ventana con capiteles de acantos y grifos afrontados



Todos hemos tenido una extraña sensación cuando nos relatan el Fin del Mundo, de la Humanidad. Hay algo en forma de abismo que nos sobrecoge, un abismo en forma de Tiempo: la eternidad.
El Apocalipsis nos va detallando ese Fin. Y justo en ese instante Supremo de caos, aparecerán Jesús y sus Apóstoles.
El tiempo se detiene. Ya no hay futuro. Es el momento esperado y temido por los cristianos creyentes.
Ese momento es el tema principal del Pantocrátor de Moarves de Ojeda, un pueblo de Palencia, escondido y algo alejado del Camino de Santiago, pero que recompensará al místico peregrino con un momento de silencio y reflexión ante la fachada meridional de su iglesia.

TETRAMORFO. Representación simbólica  cuádruple, que la tradición cristiana aplica a los evangelistas, el toro a Lucas, el águila a Juan, el león a Marcos, y el mancebo a Mateo. En la iconografía románica dan escolta en las cuatro esquinas, a la representación del Pantocrátor.

El Pantocrátor es la Representación de Jesús como juez en la consumación de los tiempos. Mayestático e imperioso, generalmente inserto en una mandorla (óvalo o marco almendrado que circunda a Cristo) y escoltado por el Tetramorfo, con la diestra alzada y la otra mano apoyada sobre el libro de la vida.

Para el hombre de la alta edad media, el universo es un plano que se encontraba en medio del Cosmos y el paraíso se encontraba en los cielos y el infierno debajo de nuestro planeta.


El pantocrátor es un tema constante del arte románico. Resume la visión cristiana de aquel tiempo, en la plenitud que Jesús victorioso debe establecer definitivamente en su Parusia (representa el acto inmediato  y siguiente a la aparición gloriosa de Jesús).

Se trata del gran símbolo de la seguridad y la esperanza de un pueblo,  por lo demás muy azotado por toda clase de calamidades. El impacto psicológico de los fieles en presencia de estas figuras augustas, rebosantes de serenidad y grandeza, debió ser determinante para su fe y para proseguir su vida terrenal.


 También es interesante, ya en el interior, su pila bautismal.


Etimología: el topónimo "Moarves" procede de "mozárabes" (durante la Edad Media el nombre de la villa fue Moharabes) en referencia al origen de sus primitivos pobladores.
Moarves es una de las villas resultantes de la repoblación de Castilla por parte de cristianos.


Fotos: Elaboración propia, excepto la primera y última. Más fotos de Moarves: http://www.youtube.com/

BIBLIOGRAFÍA:
Diccionario de Iconografía. F. Revilla. Ediciones Cátedra. Madrid 1990.




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